martes, 14 de diciembre de 2010

UN CUENTO PARA CHICOS

EL HERRERO MISERIA

Había una vez en tiempos muy lejanos un herrero llamado Miseria, el hombre que era muy pobre andaba de aquí para allá muy preocupado porque tenía mujer y muchos hijos es decir muchas bocas que alimentar, estaba tan desesperado que le decía a todo aquel que quisiera escuchar “Si se me aparece el diablo soy capaz de venderle el alma por un poco de plata”, tanto decirlo y repetirlo que el diablo al fin se le apareció, un temblor sacudió la tierra y tras una nube de azufre y polvo estaba él, el mismísimo Satanás en persona todo de rojo con sus botas, su capa, espada, cuernos y bigotazos en punta que con una voz muy poderosa le dijo:
“Así que vos me andas buscando?”, Miseria totalmente atemorizado respondió con un hilito de voz apenas audible “si señor”, “y necesitas plata” instigó Satanás, “si señor” volvió a decir Miseria que ya empezaba a arrepentirse de su imprudencia, “buenos acá tenés” y diciendo esto el diablo arrojó una bolsa repleta de monedas de oro. Miseria al ver tanto dinero junto se olvidó del miedo y recordó el hambre que tenía y que ahora podría saciar, Satanás vivo para los negocios aprovechó lo distraído que estaba Miseria y ahí nomás arremetió “pero esto tiene un precio y ese precio es tu alma te doy un año, cumplido ese plazo vendré a cobrar la deuda” a esta altura de los acontecimientos Miseria solo pensaba en la rica cena que le iba a preparar su mujer así que ni pensó en su alma y Satanás con el objetivo cumplido así como apareció desapareció temblor mediante.
A medida que pasaban los días Miseria comenzó a preocuparse por la deuda contraída con el diablo, ¿pero que podía hacer? en esas cavilaciones andaba cuando un hombre de aspecto muy pobre se presentó por la herrería tenía un caballo viejo y flaco, Miseria que además de imprudente era muy generoso no solo le hizo una linda herradura para el caballo sino que lo invitó a comer, cuando el viejo se estaba por ir le dijo a Miseria “Me has hecho lindos favores y te quiero agradecer concediéndote tres dones, primero que el que se siente en esa silla no se pueda parar sin que vos se lo ordenes, segundo el que suba a esa higuera no se pueda bajar sin tu permiso y tercero que el que se meta en esa bolsa no pueda salir de ella sin que vos se lo pidas” . Se despidieron finalmente y Miseria le dice al viejo “Que tenga buen viaje y vaya con Dios”, el viejo sonrió por dentro, sucedía que el viejo era Dios mismo nada más y nada menos, que andaba por la tierra viendo como funcionaban las cosas.
Al poco tiempo se cumplió el año de plazo impuesto por Satanás para cobrar la deuda, por lo tanto, un diablo empleado de confianza del amo de los demonios fue a la herrería, Miseria que estaba con mucho trabajo le dijo “siéntese don y descanse que tengo mucho trabajo, ya lo atiendo”, al rato cuando el diablo se quiso parar vio que no podía, tenía la silla pegada a la cola, intentó despegarse pero era inútil, el diablo que se dio cuenta que le habían jugado una treta se fue corriendo con silla y todo para el infierno.
Al año siguiente se aparecieron por la herrería 40 diablos, ahí los recibió Miseria diciendo “deben estar cansados y con hambre por el viaje, suban a la higuera y cómanse unos higos”, los diablos de puro golosos le hicieron caso y subieron, una vez que se comieron todos los higos que pudieron quisieron bajar, al ver que no podían pues estaban pegados a las ramas, le imploraron a Miseria diciéndole que si los dejaba bajar le perdonaban la vida por un año más, Miseria aceptó gustoso y los diablos marcharon a toda carrera hacia el infierno.
Pasó un año más, llegaron a la herrería cien diablos con el mismísimo Satanás a la cabeza, todo de rojo por supuesto, con sus botas, su capa, su espada, sus cuernos y sus bigotazos en punta, “vengo a cobrar la deuda que tenés conmigo” bramó Satanás a lo que Miseria respondió “esta bien y le voy a pagar, pero antes le quería preguntar si es verdad que es usted tan poderoso como dicen”. “Por supuesto que soy poderoso, ¿que duda tenes?” soltó Satanás al borde de la ira, ya se sabe que el diablo es muy vanidoso, “si es así, ¿usted y todos sus diablos se pueden meter en esa bolsa que anda por ahí?” inquirió Miseria, por toda respuesta Satanás lanzo un alarido tan espantoso que la tierra tembló y el y todos sus secuaces se metieron en la bolsa. Miseria corrió, tomo la bolsa la ató bien fuerte y le dio una de palos y martillazos que Satanás y todos sus diablos le dijeron “que si no les pegaba más y los dejaba salir le perdonaban la vida”, “trato hecho” dijo Miseria y ahí salieron la banda de diablos con la cola entre las patas y a todo galope rumbo al infierno, por supuesto con el mismísimo Satanás al frente.
Pasaron los años y Miseria por fin murió entonces su alma fue rumbo al cielo, allí en la puerta lo recibió San Pedro “usted anduvo en tratos con el diablo, así que acá no puede entrar pruebe en el Purgatorio a ver que le dicen”, en el Purgatorio le dijeron que allí estaban las almas que una vez que purgaran su pena podían ir al cielo y que como ese no era su caso nada se podía hacer. Entonces Miseria desolado fue derecho al infierno, pero cuando lo vieron venir los diablos, urgente, informaron a Satanás “¡¡cierren las puertas!! -gritó Satanás que no se había olvidado de la paliza- cierren las puertas, vaya a saber con qué trucos viene ese pícaro”.
Entonces Miseria pidió hablar con Dios que lo recibió y llegaron a la conclusión que ya que al cielo no podía entrar y en el infierno no lo querían recibir, Dios encontró la solución dejándolo vagar por la tierra, y es por eso que la Miseria no se acaba.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Coplas

Son las doce de la noche,
Linda horita para gatiar;
La vieja ya se ha dormido,
Y al viejo se oye roncar.

A ratos la niña reza,
después de tanto pecar;
a ratos la niña peca,
después de mucho rezar.

Cinco gallinas y un gallo
casi siempre están conforme
y casi nunca lo están
una mujer con un hombre.

Yo se que quieres a uno
y que también dos o tres.
Completa media docena
y quiéreme a mí también.

martes, 23 de noviembre de 2010

"De cada diez libros que se venden, dos son truchos"

También hay varios best sellers. Se comercializan en quioscos y librerías, en algunos casos a mitad de precio. Uno de los principales falsificadores del país sigue libre porque el delito es excarcelable.
PorMARIANA GARCÍA 

Este artículo es tan sólo una pequeña muestra del mundo del libro y sus multiples facetas, obra de arte, bien suntuario, bien cultural...negocio turbio, el libro es considerado de diversas maneras según quien lo tenga en sus manos.
Para acceder a la nota completa a continuación dejo el link: